lunes, 30 de junio de 2014

Las Señoras Semanas.

Estas son las Señoras Semanas las semanas que me están hundiendo, las semanas en las que no hago más que recibir malas noticias. Parece que el "cartero" me quiere muerta y enterrada, la ha tomado conmigo, la correspondencia que me llega siempre termina con un "hasta nunca" y un irónico "que tengas suerte". Maldito repartidor, ¿por qué me haces esto? ¿Acaso lo merezco? No lo sé, pero probablemente sí. Últimamente no me considero buena persona, ni suficientemente buena para nadie. Pienso en todo lo que estoy viviendo estas semanas y tal vez ahora esté recibiendo mi merecido, mi castigo por mis actos. 

Desde hace cuatro días me siento una carga para todos, y no siendo suficiente, desde hace apenas tres horas me siento todavía más carga para mis padres. Pensar que por como soy estoy ocupando mi futuro de horas y horas trabajando más por no haberlo hecho lo suficiente este año. Y pagando por ello el doble. No me cabe la menor duda de que este año puedo considerarlo mi peor verano de la historia. Supongo que ahora soy pesimista, pero no porque quiera sino porque debo serlo. No puedo procurar que después de todo esté alegrándome por lo que hago, si sé que lo estoy haciendo mal. Por el momento solo queda esperar, esperar a que pase la tormenta y llegue la calma. 
C.

domingo, 29 de junio de 2014

Hasta que llegue la calma.

Me acuerdo de cuando cruzamos las miradas por primera vez, de nuestros primeros besos y nuestras primeras veces. Me acuerdo absolutamente de todo. Parece mentira que las cosas sucedan así, de manera tan precipitada, sin quererlo, sin pensarlo. Es lo malo de tomar decisiones, cuando por fin optas por la decisión más apropiada, te levantas al día siguiente arrepintiéndote de ello. Siempre fui muy patosa para tomar decisiones, o al menos para barajar las posibles opciones, pero llega un momento en el que no te queda otra. Te lo juegas todo, aún haciéndote daño a ti misma, aún sintiéndote muerta por dentro lo haces. Nos convencemos a nosotros mismos de que hemos hecho lo correcto, y aunque al principio duela, el tiempo pasa, acompañado de horas, minutos y segundos que nos calman. Eso es lo bueno de tomar decisiones importantes, pasa el tiempo y vuelves a sonreír de nuevo dejando el pasado y quedándote con los buenos recuerdos, que a fin de cuentas, son los que nos hacen aprender.

Que seas muy feliz, porque te lo mereces.
C.