jueves, 28 de marzo de 2013

¿Qué hacer cuando te sientes tan solo?

¿Qué es lo que se debe hacer cuando "estás" solo? ¿Cuándo te sientes insignificante y olvidada en la mente de ciertas personas? Joder... ¿Por qué recibo tan poco? ¿Por qué tan sumamente poquito? Siento muchísimo decirlo pero esque hay tantos momentos en los que me acurruco en mi cama cada noche y cada mañana sintiéndome aislada y fuera de lugar, pensando en si realmente esas personas se acuerdan de mí, si él me recuerda a cada minuto... Muchas son las bocas de las que he escuchado palabras que si las hubiera tenido en cuenta, a día de hoy, no estaría así. Muchas son las palabras a las que no he hecho caso intentando obviar la cruda realidad que ante mí se presenta. No sé si estaré haciendo lo correcto, no sé si quiera si esto es lo que quiero, tengo un caos mental que me impide incluso pensar en lo que yo misma quiero. 

¿De verdad hay que tener tanta paciencia con estas cosas o soy yo la que estoy quedando como una idiota? Necesariamente tengo que estar aquí aguantando todo mientras no hago más que ver situaciones que me hunden más y me gritan lo mala persona que soy (o lo que ellos piensan que soy). ¿Tienen razón? No, sinceramente no lo creo. Me considero capaz de saber escuchar y levantar a quien haga falta del suelo, pero no creo que sea necesario que por intentar hacer que alguien siente la cabeza me tenga que llevar estos palos tan grandes. 

Esque piensas... y es cierto. El amor es una mierda, el amor nos hace gilipollas, nos hace ceder una parte que interiormente nos pertenece a cada uno de nosotros a otra persona que no sabes si será lo suficientemente buena para no tirarlo al suelo en un arrebato de "cabronismo". Aún sigo pensando en si estoy haciendo lo correcto, y a fin de cuentas, intentando buscar respuesta a qué hacer cuando me siento sola.

domingo, 17 de marzo de 2013




Su forma de besar, de susurrar que me quiere, de que me abrace y me arrope. Su manera de hacerme sentir bien tanto conmigo misma como con él y el resto de personas, su forma de mentir, sus palabras hirientes y sus disculpas sinceras. La necesidad que provoca en mí tenerle siempre cerca, la capacidad de crearme un nudo en la garganta cuando quiero llorar de alegría y la facilidad de hacerme olvidar todos los problemas. Su valentía y su capacidad de saber enfrentarse a las adversidades de la vida. Sus reflexiones acerca de la realidad y el placer que me provoca con sólo deslizar uno de sus pequeños dedos por mi espalda. Él es lo que necesito día a día. Gracias por todo pececillo.