sábado, 21 de abril de 2012

Dear, lincel:

Es de esas personas que nos dejan huella una vez las conocemos, no no, es más, en mi caso, en cuanto crucé mi mirada con la de ella, supe que sería un pilar importante en ésta, la estructura de mi vida. Tenerla a ella, y poder vivir tantos momentos como los que vivimos juntas, son demasiado perfectos como para reemplazarlos por una cifra seguida de muchos ceros. Es ella, María García Delgado, la persona que hace que pierda la noción del tiempo, mirándola en las clases hasta poder contar cuántas sonrisas le ha ofrecido a este mundo. Para poder aumentar en una sonrisa más (como mínimo) cada día. Mil tropecientas millones de gracias, aunque supongo que ninguna palabra es suficiente para expresar lo orgullosa que me siento de tenerte a mi lado. Y una vez más, gracias. 


Si salgo corriendo, tú me agarras por el cuello y si no te escucho, ¡ grita ! Te tiendo la mano, tú agarras todo el brazo, y si quieres más pues, ¡ grita !

No hay comentarios:

Publicar un comentario