sábado, 29 de septiembre de 2012

17 de Diciembre de 2011
Querida Donna:

Esta mañana cuando he despertado tenía mucho trabajo atrasado, entre la Universidad y el negocio de mis padres. Cuando he bajado a la cocina a desayunar he mirado, como de costumbre, el montón de cartas apiladas en la mesa que habían llegado a mi dirección. He empezado a mirar los destinatarios de cada uno de los sobres y, por sorpresa, he visto mi nombre escrito en uno de ellos. Cuando la he abierto y he leído tu nombre ha sido como si no supiera hacer nada, ni mover las manos, ni pensar, nada... Supongo que al pasar tanto tiempo sin saber de ti, que me llegara una carta tuya me ha hecho cambiar el gesto y alegrarme un poco más. ¿Querrá decir eso que después de todo este tiempo aún te sigo queriendo? Que aunque me haya ido lejos, ¿Todavía te echo de menos?

Cada día que pasa desde aquel momento pensaba que sería la última vez que nos veríamos, que reharíamos nuestras vidas con personas distintas, y bueno, yo he conocido a una chica, es increíble,... y la adoro. Me da ese cariño que me faltaba cuando terminó lo que dejé allí olvidado, a ti. Me sentía vacío y apenas salía de casa. No hacía más que pensar en si realmente, mis maneras de actuar no fueron las correctas y me intentaba poner en tu lugar justo en aquella misma situación, y sí, comprendí que no actué bien, que no es gracioso ver como la persona que quieres tiene gestos tan cariñosos con otra persona. 

Reconozco que cuando me viste con esa chica, te enfadaras tanto y que hubieras actuado así, supongo que la tensión hizo que ambos termináramos por actuar con lo mejor que se nos da hacer, dejar que nuestro orgullo pueda con nosotros. Odiaré el resto de mis días aquella fecha, dije cosas sin pensar mientras tú me quitabas la venda de los ojos, me hacías ver que entre el amor y la amistad hay un abismo y a la vez tan sólo un paso. Sólo quiero que seas feliz y dejes de sentirte culpable por lo que pasó.

Yo también te echo de menos, Donna. Me parece muy difícil entender cómo mis padres siguieron manteniendo el contacto contigo y no decirme nada a mí. Tal vez no querían que pensara en ti, tal vez no querían que estuviera mal, sino que, por el contrario, saliera, conociera a nuevas personas y que me centrará en otra cosa que no fueras tú. Me gustaría poder regresar y solucionar lo que al parecer, sigue importándonos a ambos. Quedan muchos días en esta vida, para que tal vez en alguno se susurre un "Volvamos a empezar". Ya te escribiré, princesa.

Liam

No hay comentarios:

Publicar un comentario